Un estudio reciente publicado en la Revista America de Medicina Preventiva (American Journal of Preventative Medicine) sugiere que la disfunción eréctil puede llegar a ser dos veces más probable en hombres que acostumbran vapear.
Lo que es peor, esta asociación entre el vapeo y la impotencia sexual parece ser completamente independiente de la edad, la salud cardiovascular y otros factores de riesgo.
Durante la investigación, los autores reunieron información de 13,711 varones mayores de 20 años en Estados Unidos.
Un poco más del 20% de los participantes habían experimentado algún nivel de disfunción eréctil, aunque los sujetos que usan diariamente el cigarro electrónico tenían 2,4 veces más probabilidades de presentar esta condición que aquellos que nunca habían vapeado.
Luego, los autores del estudio realizaron un segundo análisis en una muestra un poco más pequeña de 11.207 hombres de entre 20 y 65 años que no tenían antecedentes de enfermedad cardiovascular u otros factores de riesgo de disfunción eréctil. Dentro de este grupo, el 10,2 por ciento informó haber experimentado disfunción eréctil, aunque una vez más los vapeadores fueron 2,2 veces más susceptibles a fallas sexuales que aquellos que nunca habían usado cigarros electrónicos.
"Dado que muchas personas usan los cigarrillos electrónicos como una forma de reducir el daño del tabaquismo o para ayudarlos a dejar de fumar, debemos investigar a fondo la relación entre los productos de vapeo y la disfunción eréctil, y las posibles implicaciones para la salud sexual de los hombres", explicó el autor del estudio.
"Nuestros análisis tomaron en cuenta el historial de tabaquismo de los participantes, incluidos aquellos que nunca fueron fumadores de cigarrillos para empezar, por lo que es posible que el vapeo diario de cigarrillos electrónicos pueda estar asociado con mayores probabilidades de disfunción eréctil independientemente del historial de tabaquismo".
Una mirada más profunda a los datos reveló que la asociación entre el uso del cigarro electrónico y la disfunción eréctil era cierta para los participantes con índice de masa corporal normal y sin antecedentes de enfermedad cardíaca, lo que sugiere que vapear puede representar un riesgo incluso para aquellos que gozan de una salud perfecta.
Los investigadores explican que se sabe que la nicotina previene la vasodilatación y restringe el flujo sanguíneo, que probablemente contribuya a la disfunción eréctil. Al igual que los cigarrillos, algunos líquidos para vapear contienen nicotina, aunque muchos no. Sin embargo, los autores señalan que incluso aquellos que no contienen nicotina han demostrado reducir los niveles de testosterona en roedores al inhibir dos enzimas clave que se necesitan para sintetizar esteroides.
Si bien estos hallazgos son preocupantes, los autores admiten que su estudio se basa en datos autoinformados, que pueden no siempre ser del todo precisos. Tampoco tomaron en cuenta la posible influencia de otros medicamentos como los antidepresivos que pueden contribuir a la disfunción eréctil en algunos miembros de su muestra.
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