Un cirujano en el Reino Unido admitió haber tallado sus propias iniciales en los órganos de dos de sus pacientes.
Simon Bramhall era cirujano en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham, especializado en hígado, bazo y páncreas. Había trabajado en el hospital durante 12 años, realizando trasplantes y cirugías de rutina. Era un médico respetado y había recibido atención de los medios en 2010 después de que realizó un trasplante usando el hígado de un paciente que había muerto en un accidente aéreo en el aeropuerto de Birmingham.
Sin embargo, en 2013, mientras un cirujano realizaba una cirugía de seguimiento en una de sus patentes, notaron marcas que no deberían haber estado allí: las letras SB grabadas a fuego en su hígado.
Bramhall había usado un rayo de argón, que generalmente se usa para detener el sangrado de un paciente durante la cirugía, para tallar sus propias iniciales en su paciente. Algunos meses después, se descubrió que un segundo paciente tenía las iniciales SB grabadas en su hígado usando el mismo método,
según informa BBC News.
Fue suspendido y finalmente presentó su renuncia, pero ahora enfrenta cargos penales. Al comparecer ante el tribunal el miércoles, el hombre de 53 años se declaró culpable de dos cargos de agresión con golpes. Se declaró inocente del cargo más grave de daño corporal real.
Las marcas dejadas por los haces de argón generalmente desaparecían por sí solas, pero se colocaron en pacientes que ya tenían una función hepática alterada, razón por la cual aún eran visibles durante las cirugías de seguimiento. No se cree que las marcas en sí perjudiquen la función del hígado en sí.
Sin embargo, Tracey Scriven, una paciente de trasplante anterior a la que le habían dado solo unas semanas de vida, dijo que no le habría importado que el médico hubiera dejado sus iniciales en su nuevo hígado y pidió que el hospital lo volviera a contratar de inmediato para que que pudiera "salvar más vidas".
"Incluso si puso sus iniciales en un hígado trasplantado, ¿es realmente tan malo?", dijo Tracey al Birmingham Mail. "No me hubiera importado si me lo hubiera hecho a mí. El hombre me salvó la vida". Después de su suspensión, el grupo británico Patient Concern dijo: “Estamos hablando de un paciente, no de un libro de autógrafos”, informa The Guardian. En declaraciones a la BBC, el cirujano dijo que tallar sus iniciales en sus pacientes había sido "un error".
Hablando en la corte ayer, la fiscalía dijo que las acciones de Bramhall no fueron un incidente aislado y requirieron "cierta habilidad y concentración". BBC News informa que la fiscalía afirmó que el acto fue "realizado en presencia de colegas", quienes fueron cómplices en el "desprecio por los sentimientos de los pacientes inconscientes".
La acusación dice que el caso es totalmente inusual y "sin precedentes legales en el derecho penal".
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