Malas noticias para las personas que hacen dieta Keto: es menos saludable y sostenible que volverse vegano

Las modas para perder peso, como las dietas Keto, se han vuelto extremadamente populares en las últimas décadas, pero un nuevo estudio tiene noticias que los defensores de esta dieta pueden encontrar desagradables. Los investigadores compararon varias dietas populares por su calidad nutricional general y su huella de carbono, y descubrieron que la dieta cetogénica proporciona la calidad nutricional más baja y tiene uno de los mayores impactos ambientales. 

El estudio fue publicado en el "American Journal of Clinical Nutrition" y evaluó los puntajes de calidad de la dieta obtenidos de más de 16,000 adultos estadounidenses a través de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). El equipo de la Universidad de Tulane, Luisiana, clasificó a las personas según uno de seis tipos de dieta: omnívora, vegetariana, pescetariana, vegana, cetogénica y paleolítica. Estas dietas recibieron valores de puntos basados ​​en el índice federal de alimentación saludable y se calcularon los puntajes promedio para las personas que consumían cada dieta.

Este estudio representa el primero de su tipo en examinar la huella de carbono de las dietas ceto y paleo y compararlas con otras dietas comunes entre los adultos estadounidenses.

Las dietas Keto (abreviatura de cetogénica) buscan empujar al cuerpo a la cetosis, un estado metabólico que ocurre cuando su cuerpo quema grasa como combustible, en lugar de glucosa, al depender de una dieta estricta baja en carbohidratos. Normalmente, nuestros cuerpos usan la glucosa de los alimentos para obtener energía, pero cuando se quedan sin carbohidratos, el hígado comienza a descomponer las reservas de grasa. La energía que obtiene de este proceso proviene de moléculas llamadas cetonas.

Las dietas cetogénicas se desarrollaron originalmente para tratar a niños con epilepsia pero pronto ingresaron a los principales medios de comunicación, donde se transformaron en una opción popular para perder peso. Los defensores de la dieta Keto hacen referencia a una variedad de beneficios para la salud que incluyen pérdida de peso, sensación de menos hambre y aumento de los niveles de energía, pero los investigadores también han advertido sobre los peligros potenciales durante algún tiempo. El tema es que, hasta la fecha, solo se han estudiado resultados a corto plazo. Todavía no está claro si la dieta es efectiva a largo plazo y si es segura.

Ahora, una nueva investigación de la Universidad de Tulane ha echado más agua fría sobre esta forma de dieta. El equipo estimó que la dieta cetogénica genera casi 2.91 Kg de CO2 por cada 1,000 calorías consumidas. Se descubrió que la dieta paleo (abreviatura de paleolítico), una versión modificada de la dieta cetogénica que permite algunos carbohidratos de frutas y verduras, tiene la siguiente huella de carbono más alta, generando 2.6 kg de CO2 por cada 1,000 calorías.

En un comunicado, Diego Rose, profesor y director del programa de nutrición de la Facultad de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane, explicó que “Sospechábamos los impactos climáticos negativos porque están centrados en la carne, pero nadie había comparado realmente todas estas dietas. ya que son elegidos por individuos, en lugar de prescritos por expertos, entre sí utilizando un marco común”.

Por el contrario, se descubrió que las dietas veganas tienen el menor impacto en el clima, ya que solo generan 0,7 kg de CO2 por cada 1,000 calorías, menos de una cuarta parte del impacto de una dieta cetogénica. Le siguieron la vegetariana y la pescetariana (dietas vegetarianas que permiten el consumo de pescado).

Curiosamente, las dietas pescatarianas tenían la calidad nutricional general más alta y estaban por delante de las vegetarianas y veganas.

Las dietas omnívoras, consumidas por alrededor del 86% de la población encuestada, quedaron en el medio tanto en calidad nutricional como en emisiones de carbono. 

Si los omnívoros cambiaron para enfatizar más una dieta basada en plantas, como una dieta mediterránea, entonces mejoraron tanto la huella de carbono general como los puntajes de calidad nutricional.

“El cambio climático es posiblemente uno de los problemas más apremiantes de nuestro tiempo, y mucha gente está interesada en pasar a una dieta basada en plantas”, afirmó Rose. “Según nuestros resultados, eso reduciría su huella y sería saludable en general. Nuestra investigación también muestra que hay una manera de mejorar su salud y su huella sin renunciar por completo a la carne”.