Ser "ghosteado", es decir que alguien cierre por completo la comunicación contigo, convirtiéndose efectivamente en un "fantasma", rara vez es una sensación agradable. Sin embargo, a pesar de lo decepcionante que puede ser experimentarlo, es probable que la persona que lo hace se sienta aún peor, al menos, si originalmente eran amigos en lugar de parejas románticas.
Créditos: psypost.org
Esa es la conclusión de un nuevo estudio sobre el hábito de terminar una relación, que encuentra que "ghostear" a una pareja romántica y "ghostear" a un amigo son, de hecho, dos cosas bastante diferentes. El estudio se publicó en la revista Telematics and Informatics. "[Son] fenómenos separados que tienen sus raíces en diferentes antecedentes y tienen distintos resultados perjudiciales", dijo a PsyPost la autora del estudio Michaela Forrai, investigadora de doctorado en el Grupo de Investigación AdMe de la Universidad de Viena.
"Mi interés en el tema se despertó al ver que muchas personas publicaban sobre experiencias aparentemente similares con 'ghosteos' en las redes sociales", explicó. "En particular, me intrigó el 'ghosteo' entre amigos, así como la perspectiva de los 'ghosteadores', los cuales han recibido relativamente poca atención académica".
De hecho, muchos de nosotros tenemos algún tipo de experiencia con el "ghosteo": investigaciones previas han encontrado que cerca de uno de cada tres adultos jóvenes ha "ghosteado" previamente a alguien, y uno de cada cuatro ha sido el receptor de la práctica. Casi la mitad, alrededor de cuatro de cada nueve de los encuestados, informaron haber estado en ambas posiciones en algún momento.
Pero a pesar de estar tan extendida, la investigación sobre el fenómeno casi siempre se ha concentrado en un aspecto particular: la experiencia de aquellos que son "ghosteados" por una pareja romántica.
En otras palabras, hubo algunos vacíos significativos en la literatura científica sobre el tema. "La investigación previa que investigaba los predictores y las consecuencias del 'ghosteo' en los 'ghosteados', dejando de lado en gran medida a aquellos que 'ghostean' a otros", escriben los autores. Además señalan que "el 'ghosteo' no se limita a las relaciones románticas […] Especialmente en las amistades, se puede suponer una prevalencia similar (o incluso mayor) dada la cantidad de vínculos diferentes que las personas mantienen dentro y a través de las redes sociales”.
Para abordar esto, el equipo encuestó a un total de 978 adultos jóvenes, lo que, cabe señalar, impone una limitación significativa en el estudio, ya que todos los participantes tenían entre 16 y 21 años, sobre sus experiencias con el "ghosteo" a parejas románticas y platónicas. Cuatro meses después, se envió otra encuesta para medir los cambios en las experiencias de los participantes a lo largo del tiempo.Los resultados fueron sorprendentes: si bien podemos estar más familiarizados con el "ghosteo" romántico, "ghostear" a nuestros amigos parece ser un fenómeno igualmente notable, al menos, desde la perspectiva del "ghosteador". Eso también es cierto en casi todos los aspectos: no solo las dos situaciones parecen ser desencadenadas por cosas diferentes, sino que las consecuencias de cada una son marcadamente diferentes, descubrieron los investigadores.
Entonces, si bien se descubrió que una gran razón para el "ghosteo" romántico era la sobrecarga de comunicación, eso no parecía predecir el "ghosteo" de amigos. Es un resultado que sorprendió a Forrai pero que tiene sentido: "Interactuar con parejas románticas puede ser más exigente y 'ghostear' puede presentar una forma de evitar daños debido a la sobrecarga de comunicación, por lo que tal vez es por eso que puede ocurrir con más frecuencia.", explicó la autora.
"Ghostear" a un amigo, por otro lado, parece tener más que ver con cómo te sientes contigo mismo que con tu pareja. Para decirlo sin rodeos, cuanto mayor sea tu autoestima, más probable es que eches a perder a un amigo, un resultado que los investigadores sugieren que se reduce a una mayor creencia en tu capacidad para reemplazar a cualquier amigo que hayas decidido abandonar.
Pero si bien eso puede pintar una imagen en la que los "ghosteadores" de amigos son un grupo de mariposas sociales felices y despreocupadas, los resultados también revelaron un oscuro merecido para este comportamiento inamistoso.
"[Un] resultado clave es que "ghostear" puede tener efectos negativos en el bienestar de uno. Las personas que afirmaron que habían 'ghosteados' amigos en el pasado tenían más probabilidades de reportar un aumento de las tendencias depresivas cuatro meses después", dijo Forrai a PsyPost. Sin embargo, ese no es el caso para aquellos que "ghostean" parejas románticas: "no hubo una relación temporal entre el 'ghosting' a las parejas románticas y las tendencias depresivas", señala el artículo. Eso puede deberse a varias razones: tal vez deshacerse de un amigo resulte en una mayor reacción de los compañeros, sugiere el equipo, o tal vez sea el resultado natural de perder una conexión social.
“En general, la investigación sobre el 'ghosteo' recién comienza, por lo que se necesita más información para pintar una imagen completa de este fenómeno”, concluyó. "Tenemos una gran cantidad de ideas para futuros estudios dentro de nuestro equipo".
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