La actividad de conciencia observada en los cerebros moribundos podría explicar las experiencias cercanas a la muerte

Los investigadores han observado que los cerebros de los pacientes moribundos descienden en un resplandor de gloria neural, lo que indica que los últimos estertores de la vida pueden ser considerablemente más coloridos que un mero desvanecimiento a negro. A pesar de su estado comatoso, algunos de los participantes que perecieron mostraron actividad cerebral asociada con la conciencia durante sus últimos momentos, todo lo cual puede explicar las experiencias etéreas que a menudo reportan los sobrevivientes de ataques cardíacos.

"Las experiencias cercanas a la muerte (ECM) reportadas como altamente lúcidas, 'muy reales' y comunes a personas de diversos orígenes culturales y religiosos, han sido descritas por 10 a 20% de los sobrevivientes de un paro cardíaco, sin embargo las ECM representan una paradoja biológica que desafía nuestra comprensión fundamental del cerebro moribundo, que se cree ampliamente que no funciona en tales condiciones", escriben los autores del estudio que fue publicado en la revista Proceedings of the national academy of sciences.

A pesar de esto, estudios previos en animales han demostrado que la terminación repentina de la actividad cardíaca desencadena una oleada de actividad de ondas cerebrales dentro de la marca de frecuencia gamma, que está asociada con el procesamiento consciente. Para determinar si ocurre lo mismo en humanos, los autores del estudio examinaron lecturas de electroencefalografía (EEG) tomadas de cuatro pacientes con paro cardíaco que fallecieron en la unidad de cuidados neurointensivos (UCIN) en Michigan Medicine, Universidad de Michigan.

Los cuatro pacientes estaban en coma y no respondían después de sus ataques cardíacos y, finalmente, se les quitó el soporte vital después de que se consideró que estaban más allá de la ayuda médica. Tan pronto como se cortó el suministro de oxígeno, los investigadores observaron un aumento en la frecuencia cardíaca y un aumento en la actividad de las ondas gamma en dos de los cuatro pacientes.

Sorprendentemente, esta actividad se detectó en la parte del cerebro donde se encuentran los lóbulos temporal, parietal y occipital. Conocida como la "zona caliente", esta región del cerebro está fuertemente vinculada a la actividad consciente y se activa durante el estado normal de vigilia, así como durante el sueño.

La activación de la "zona caliente" también se ha observado en estados inusuales de conciencia, como alucinaciones y experiencias extracorporales.

A pesar de estos hallazgos, los investigadores no pueden decir con certeza si alguno de los pacientes vio una luz blanca o algún otro fenómeno consciente, ya que ninguno de ellos sobrevivió para informar sus experiencias. "No podemos hacer correlaciones de las firmas neuronales de la conciencia observadas con una experiencia correspondiente en los mismos pacientes en este estudio", explicó la autora del estudio, Nusha Mihaylova, en un comunicado.

"Sin embargo, los hallazgos observados son definitivamente emocionantes y proporcionan un nuevo marco para nuestra comprensión de la conciencia encubierta en los humanos moribundos".